Fragmentos

La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir la vergüenza del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.
(Enrique Heine)

El pasado es un inmenso pedregal que a muchos les gustaría recorrer como si de una autopista se tratara, mientras otros, pacientemente, van de piedra en piedra, y las levantan, porque necesitan saber qué hay debajo de ellas.
(José Saramago. El viaje del elefante.)

Tengo 47 años, ¿y sabes cómo me he matenido vivo tanto tiempo, todos estos años? Miedo... el espectáculo de actos terribles. Si alguien me roba, le corto las manos; si me insulta, le corto la lengua; si se rebela contra mí, clavo su cabeza en una estaca, y la pongo bien alta, para que puedan verla todos. Eso es lo que mantiene vivo el orden de las cosas: el miedo.
(Gans of New York)


"He visto un caracol, se deslizaba por el filo de una navaja, ese es mi sueño, más bien mi pesadilla, arrastrarme, deslizarme por todo el filo de una navaja de afeitar, y sobrevivir."
(Apocalypse Now)



Viaje en tren.

Como siempre que viajo en tren, me acomodo en el asiento al lado de la ventana y después de sacar mi libro del bolso, me dejo llevar por sus palabras hasta que la ausencia de movimiento me avisa que ya he llegado.
Aquella mañana el sonido metálico que describían las ruedas en su roce con las vías me conducía a una oscura mansión en donde uno de sus habitantes, después de haber ingerido el vinum sabbati se convierte en poco menos que un demonio, un viaje intenso de manos de Arthur Machen.

Pero en una de esas ocasiones en el que el tren se balancea más de lo debido levanto la vista y miro a mi izquierda por la ventana. Simulaba que de lo más profundo de los árboles, allí donde las raíces conviven con seres diminutos, algo gritaba mi nombre, llamando mi atención. Imbuida en las palabras del libro me estaba perdiendo una escena bucólica, una imagen digna de postal. Enormes montañas cubiertas hasta el último centímetro de una vasta vegetación inundaba mi mirada.
Allá abajo sabía la presencia del río Miño, tranquilo y fresco a esas horas tempraneras, en ocasiones escasamente visible por el verde tupido resplandor de la naturaleza viva.
En un impulso irrefrenable me pongo de pie como si así la escena exterior penetrara con mayor facilidad y extensión en mi campo visual. Sonrío al paisaje. Soy consciente de la mirada recelosa que me dirigió la señora que estaba sentada dos asientos más allá. Pobre… ella no era capaz de sobrecogerse con semejante escenario.

Entonces, allá a lo lejos, próxima ya a mi destino, pude ver cómo la espesa vegetación se detenía abruptamente dejando paso a un ramaje caótico, naturaleza muerta donde antaño lucía jugosa y reluciente vida, ahora reducida a cenizas.
Antes de llegar a aquel grotesco lugar, me senté y continué leyendo.


Sólo espero que éste verano no se repita el desastre del anterior.



(Las imágenes son fotos sacadas a través de la ventanilla del tren. Para que luego digan que mi móvil no saca buenas fotos en movimiento...ejem... jajaja)
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Hibris

8 comentarios:

Azhaag dijo...

Menudas fotos que saca tu telefono, se ven geniales.

Y vaya compañias que te procuras en tus viajes de tren :D

"Extendí ciegamente una mano en la oscuridad para no caer, mientras, las piedras temblaban bajo mis pies, perdían consistencia y parecían hundirse. En el momento de mirar hacia la ventana de mi hermano, se abrió la persiana, y algo dotado de vida se asomó a contemplar el mundo. No, no puedo decir si vi un rostro humano o algo semejante; era una criatura viviente con dos ojos llameantes que me miraron desde el centro de algo amorfo representando el símbolo y el testimonnio de todo el mal y la siniestra corrupción."

Buen relato...

Un beso.

Azhaag

Anónimo dijo...

Podría estar horas mirando a las vias, junto con los caminos, los faros y los Molinos de viento, uno de mis elementos divinos ...

Pero cuando viajo en tren echo de menos las vias ...

Luego el interior de Galicia, esos montes y valles y tanto verde que parece increíble que entre en tu campos de visión por desbordante. Conozco muy bien toda la zona del Sil y el Miño, y también la del sur de Lugo. Espectacular ... es el único lugar del mundo que no precisa Océano; pero para entenderlo hay que verlo, pues hay cosas que precisan ser vividas para entenderse.

Tus entradas son un regalo amiga Hibris y tan tan tan ... dulces!

biquiños!

Anónimo dijo...

Siempre es un verdadero previlegio hablar o leerte Hibris....un abrazo apretado con cariño.

http://desdoblamientointelectual.blogia.com

Anónimo dijo...

Bárbaro Azhaag, Elegiste un buen fragmento. :D


Pues si Tirion, me imagino que todas las personas que amamos la naturaleza esperamos que no se repita. (Envidia...eso es lo que tienes de las fotos que saca mi súper-móvil jajaja).


Wilde, genial tu comentario. "Hay cosas que precisan ser vividas para entenderse", muy cierto.


Gracias nelson salinas, un abrazo para ti también.


Gracias por vuestos comentarios. Un beso :)

Hibris

Anónimo dijo...

Muy buen escrito pequeñita, me a gustado mucho. y por supuesto yu movil hace unas fotos estupendisimas!jejeje
Un besote YuRoKiTa

Ohdiosa dijo...

me encanta viajar en tren, la hago siempre que puedo...lo encuentro mágico, tranquilo, romántico, puedo leer a gusto.....así qeu te comprendo perfectamente!!!

EnLaOscuridadDeLaNoche dijo...

Afortunada tú tanto por poder sentir esa emoción ante un paisaje, como por poder sumergirte en una historia y olvidarte del mundo exterior. :-)
Un beso.

Hibris. dijo...

¿A que si Yurokita? Tu si que sabes... :D

A mi también me gusta mucho viajar en tren ohdiosa, puedes leer tranquila, sin el traqueteo del bus. :)

Gracias enlaoscuridaddelanoche, un beso para ti también.

Hibris