Fragmentos

La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir la vergüenza del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.
(Enrique Heine)

El pasado es un inmenso pedregal que a muchos les gustaría recorrer como si de una autopista se tratara, mientras otros, pacientemente, van de piedra en piedra, y las levantan, porque necesitan saber qué hay debajo de ellas.
(José Saramago. El viaje del elefante.)

Tengo 47 años, ¿y sabes cómo me he matenido vivo tanto tiempo, todos estos años? Miedo... el espectáculo de actos terribles. Si alguien me roba, le corto las manos; si me insulta, le corto la lengua; si se rebela contra mí, clavo su cabeza en una estaca, y la pongo bien alta, para que puedan verla todos. Eso es lo que mantiene vivo el orden de las cosas: el miedo.
(Gans of New York)


"He visto un caracol, se deslizaba por el filo de una navaja, ese es mi sueño, más bien mi pesadilla, arrastrarme, deslizarme por todo el filo de una navaja de afeitar, y sobrevivir."
(Apocalypse Now)



Quiéreme mucho. Eduardo Galeano.

Poco antes de publicar su último libro, Eduardo Galeano decía lo siguiente:


"Hola! Cada día, leyendo los diarios, asisto a una clase de historia.

Los diarios me enseñan por lo que dicen y por lo que callan.

La historia es una paradoja andante. La contradicción le mueve las piernas. Quizá por eso sus silencios dicen más que sus palabras y con frecuencia sus palabras revelan, mintiendo, la verdad.

De aquí a poco se publicará un libro mío que se llama Espejos. Es algo así como una historia universal, y perdón por el atrevimiento. “Yo puedo resistir todo, menos la tentación”, decía Oscar Wilde, y confieso que he sucumbido a la tentación de contar algunos episodios de la aventura humana en el mundo, desde el punto de vista de los que no han salido en la foto."


El pasado día 15 de abril, su obra vio la luz del día, y a día de hoy podemos conseguirla en cualquier librería. Siento una admiración profunda hacia Galeano, disfruto como una enana leyéndolo, así que...no pude evitar avalanzarme sobre su última creación. Aquí os dejo una de las perlas que en ella se esconde:


QUIÉREME MUCHO

Los amigos de Adolf Hitler tienen mala memoria, pero la aventura nazi no hubiera sido posible sin la ayuda que de ellos recibió.
Como sus colegas Mussolini y Franco, Hitler contó con un temprano beneplácito de la Iglesia Católica.
Hugo Boss vistió su ejército.

Bertelsmann publicó las obras que instruyeron a sus oficiales.
Sus aviones volaban gracias al combustible de la Standard Oil y sus soldados viajaban en camiones y
jeeps marca Ford.
Henry Ford, autor de esos vehículos y del libro
El judío internacional, fue su musa inspiradora. Hitler se lo agradeció condecorándolo.
También condecoró al presidente de la IBM, la empresa que hizo posible la identificación de los judíos.

La Rockefeller Foundation financió investigaciones raciales y racistas de la medicina nazi.
Joe Kennedy, padre del presidente, era embajador de los Estados Unidos en Londres, pero más parecía embajador de Alemania. Y Prescott Bush, padre y abuelo de presidentes, fue colaborador del Fritz Thyssen, quien puso su fortuna al servicio de Hitler.

El Deutsche Bank financió la construcción del campo de concentración de Auschwitz.

El consorcio IGFarben, el gigante de la industria química alemana, que después pasó a llamarse Bayer, Basf o Hoechst, usaba como conejillos de Indias a los prisioneros de los campos, y además los usaba de mano de obra. Estos obreros esclavos producían de todo, incluyendo el gas que iba a matarlos.

Los prisioneros trabajaban también para otras empresas, como Krupp, Thyssen, Siemens, Varta, Bosch, Daimler Benz, Volkswagen y BMW, que eran la base económica de los delirios nazis.
Los bancos suízos ganaron dinerales comprando a Hitler el oro de sus víctimas: sus alhajas y sus clientes. El oro entraba en Suiza con asombrosa facilidad, mientras la frontera estaba cerrada a cal y cando para los fugitivos de carne y hueso.

Coca-Cola inventó la Fanta para el mercado alemán en plena guerra. En ese período, también Unilever, Westinghouse y General Electric multiplicaron allí sus inversiones y sus ganancias. Cuando la guerra terminó, la empresa ITT recibió una millonaria indemnización porque los bombardeos aliados habían dañado sus fábricas en Alemania.

(Galeano, Eduardo: Espejos)

3 comentarios:

Azhaag dijo...

No he leido nunca nada de este señor, aunque su nombre lo tengo escuchado siempre como referente dentro de la literatura. Habra que tomar buena nota e intentar dar con alguno de sus libros.

Un beso, Laura.

Azhaag

magofez dijo...

Un crack, te dejo una cita de él que me encanta!

Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan. Ese lugar es mañana.

Besiños,

Unknown dijo...

Hola, tenes mucho para leer de Galeano.
Empeza con las venas abiertas de América Latina.seguí con el libro de los abrazos, espejos, etc