Konstantin Simonov escribió este poema en 1941, inmediatamente después del comienzo de la guerra, cuando tuvo que dejar a su gran amor, la actriz Valentina Serova. Fue un gran héroe a ojos del Ejército Rojo. La canción y el poema, con su idea central de que sólo el amor de una novia o esposa fiel podía mantener vivo a un soldado, fueron sacralizados por muchos soldados del Ejército Rojo, que guardaban una copia manuscrita en su bolsillo como un talismán.
ESPÉRAME
Espérame y volveré,
Espera, espera.
Aunque las lluvias amarillas
Infundan tristeza, espera.
Espera aunque la nieve caiga y vuelva a caer,
Espera aunque el calor te sofoque,
Espera aunque otros
Olvidados de ayer
No esperen.
Aunque no llegen cartas
Del frente distante, espera.
Espera aunque todos los que esperaban
Se hayan cansado de esperar.
Espera, espera.
Aunque las lluvias amarillas
Infundan tristeza, espera.
Espera aunque la nieve caiga y vuelva a caer,
Espera aunque el calor te sofoque,
Espera aunque otros
Olvidados de ayer
No esperen.
Aunque no llegen cartas
Del frente distante, espera.
Espera aunque todos los que esperaban
Se hayan cansado de esperar.
.
Espérame y volveré,
No hagas caso
De quienes insisten
En que es hora de olvidar.
Que madre e hijo crean
Que ya no existo,
Que los amigos se cansen de esperar,
Que se sienten junto al fuego,
Que beban vino amargo
A la salud de mí alma...
Espera. Y no te precipites
A beber con ellos.
Espérame y volveré,
No hagas caso
De quienes insisten
En que es hora de olvidar.
Que madre e hijo crean
Que ya no existo,
Que los amigos se cansen de esperar,
Que se sienten junto al fuego,
Que beban vino amargo
A la salud de mí alma...
Espera. Y no te precipites
A beber con ellos.
.
Espérame y volveré,
A pesar de todas las muertes,
El que no me esperaba
Que diga: Tuvo suerte.
Aquellos que no supieron esperar, no podrán
Comprender
Espérame y volveré,
A pesar de todas las muertes,
El que no me esperaba
Que diga: Tuvo suerte.
Aquellos que no supieron esperar, no podrán
Comprender
.
Que en medio del fuego
Tú fuíste quien me salvó
Esperándome.
Cómo salí con vida
Sólo tú y yo lo sabremos,
Simplemente porque tú supiste esperar
Como nadie en el mundo.
Que en medio del fuego
Tú fuíste quien me salvó
Esperándome.
Cómo salí con vida
Sólo tú y yo lo sabremos,
Simplemente porque tú supiste esperar
Como nadie en el mundo.
2 comentarios:
No se si me ha gustado mas el poema en si o la historia que tiene detras este poema.
:D
Un beso.
Azhaag
Y vista la importancia del amor que detiene o apacigua los males, se aprecia que la ausencia del mismo podría engendrar aun más.
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