Fragmentos

La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir la vergüenza del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.
(Enrique Heine)

El pasado es un inmenso pedregal que a muchos les gustaría recorrer como si de una autopista se tratara, mientras otros, pacientemente, van de piedra en piedra, y las levantan, porque necesitan saber qué hay debajo de ellas.
(José Saramago. El viaje del elefante.)

Tengo 47 años, ¿y sabes cómo me he matenido vivo tanto tiempo, todos estos años? Miedo... el espectáculo de actos terribles. Si alguien me roba, le corto las manos; si me insulta, le corto la lengua; si se rebela contra mí, clavo su cabeza en una estaca, y la pongo bien alta, para que puedan verla todos. Eso es lo que mantiene vivo el orden de las cosas: el miedo.
(Gans of New York)


"He visto un caracol, se deslizaba por el filo de una navaja, ese es mi sueño, más bien mi pesadilla, arrastrarme, deslizarme por todo el filo de una navaja de afeitar, y sobrevivir."
(Apocalypse Now)



Tagore: Pájaros Perdidos (fragmento)

"Pájaros perdidos de verano vienen a mi ventana, cantan,
y se van volando.
Y hojas amarillas de otoño, que no saben cantar,
aletean y caen en ella, en un suspiro.

Vagabundillos del universo, tropel de seres pequeñitos,
¡dejad la huella de vuestros pies en mis palabras!

Para quien no sabe amar, el mundo se quita su careta de
infinito. Se hace tan pequeño como una canción, como un
beso de lo eterno.

Las lágrimas de la tierra le tienen siempre en flor
su sonrisa.

Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán
ver las estrellas.

-Mar, ¿qué estás hablando?
Una pregunta eterna.
-Tú, cielo, ¿qué respondes?
El eterno silencio.

¡Oye, corazón mío, los suspiros del mundo, que está
queriendo amarte!

El misterio de la vida es tan grande como la sombra en
la noche. La ilusión de la sabiduría es como la niebla del
amanecer.

No te dejes tu amor sobre el precipicio.

Me he sentado, esta mañana, en mi balcón, para ver el
mundo. Y él, caminante, se detiene un punto, me saluda
y se va.

Menudos pensamientos míos, ¡con qué rumor de hojas
suspiráis vuestra alegría en mi imaginación!

Tú no ves lo que eres, sino su sombra.
.
Si me está negado el amor, ¿por qué, entonces, amanece;
¿por qué susurra el viento del sur entre las hojas recién nacidas?
Si me está negado el amor, ¿por qué, entonces,
la medianoche entristece con nostálgico silencio a las estrellas?
.
Sé que esta vida, aunque no madure el amor, no
está perdida del todo.
-
¡No sea yo tan cobarde, Señor, que quiera tu
misericordia en mi triunfo,
sino tu mano apretada en mi fracaso! "

Just imagine.

Hay manos que destruyen y manos que crean... :D


Reparto de papeles.




Permanecía sentada en la silla, con la cabeza apoyada entre las manos. Ante sí tenía un café con leche, medio frío. Entre el ruido de la cafetera y las conversaciones circundantes, ella añoraba la ignorancia de tiempos pasados, su niñez, aquel lugar en que todo era de algodón.

Nunca se habría imaginado, mientras jugaba con las muñecas, que la vida sería un horroroso campo de minas, donde la presencia de un Judas dispuesto a traicionarla no sería algo inaudito.
Muchísimo menos, aquella niña feliz e inocente, se atrevería a profetizar como presencia latente en su futuro un Pilato que, a la primera de cambio, se lavaría las manos. Panorama en exceso malicioso como para tener cabida en una mente todavía sin curtir por los infortunios de la vida.

A medida que avanzaba el segundero, esos personajes grotescos de los libros tomaban forma, cuerpo y nombre en su entorno.

Un Pedro que la niegue tres veces. Y… ¡Cómo no! Más de uno encarnaría el papel de Barrabás que sin ningún mérito sería elegido por la chusma.

La mujer toma un sorbo de café. “No hay de quién fiarse…”, suspira.

Sin olvidarnos de un Lázaro que le hará creer que los milagros son posibles, embriaguez que durará el tiempo que tarde en producirse la injusticia acaecida contra María Magdalena.

Echa una visual a las personas que permanecen en la cafetería tratando de adivinar el personaje que cada una de ellas encarna.
Seguro que se equivoca.


Hibris

Amor

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" Estar contigo o no estar contigo
es la medida de mi tiempo."

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(Jorge Luis Borges)

Conxuro da Queimada.

Según la tradicion gallega, para espantar a las meigas (que como decimos aquí... "habelas hainas"), no hay nada mejor que preparar una buena queimada y recitar casi al terminar su conjuro.


Se piensa que el origen de esta tradición se remonta a los siglos XI o XII, coincidiendo con la construcción de la Catedral de Santiago. Aunque se desconoce la procedencia exacta de esta costumbre, lo que sí sabemos es que es milenaria.


La queimada es una bebida alcohólica tradicional en Galicia, está elaborada principalmente con aguardiente (orujo), azúcar y cortezas de limón , aunque como cada maestrillo tiene su librillo, hay quien le añade granos de café o trozos de otras frutas como ingredientes.


Se sirve caliente, en ocasiones aún se puede apagar alguna llama en el vaso, aunque es preferible dejar que se apague sola para que su sabor sea más suave. No se puede por lo tanto llevar embotellada como souvenir, puesto que no se vende en las tiendas, hay que disfrutarla in situ.






Mouchos, coruxas, sapos e bruxas.

Demos, trasnos e dianhos, espritos das nevoadas veigas.

Corvos, pintigas e meigas, feitizos das mencinheiras.

Pobres canhotas furadas, fogar dos vermes e alimanhas.

Lume das Santas Companhas, mal de ollo, negros meigallos, cheiro dos mortos, tronos e raios.

Oubeo do can, pregon da morte, foucinho do satiro e pe do coello.

Pecadora lingua da mala muller casada cun home vello.

Averno de Satan e Belcebu, lume dos cadavres ardentes, corpos mutilados dos

indecentes, peidos dos infernales cus, muxido da mar embravescida.

Barriga inutil da muller solteira, falar dos gatos que andan a xaneira,

guedella porra da cabra mal parida.

Con este fol levantarei as chamas deste lume que asemella ao do inferno,

e fuxiran as bruxas acabalo das sas escobas, indose bañar na praia das areas gordas.

¡Oide, oide! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse no agoardente,

quedando asi purificadas.

E cando este brebaxe baixe polas nosas gorxas,

quedaremos libres dos males da nosa ialma e de todo embruxamento.

Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada:

si e verdade que tendes mais poder que a humana xente, eiqui e agora,

facede cos espritos dos amigos que estan fora, participen con nos desta queimada.


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Buhos, lechuzas, sapos y brujas.

Demonios maléficos y diablos, espíritus de las nevadas vegas.

Cuervos, salamandras y meigas, hechizos de las curanderas.

Podridas cañas agujereadas, hogar de gusanos y de alimañas.

Fuego de las almas en pena, mal de ojo, negros hechizos, olor de los muertos, truenos y rayos. Ladrido del perro, anuncio de la muerte; hocico del sátiro y pie del conejo.

Pecadora lengua de la mala mujer casada con un hombre viejo.

Infierno de Satán y Belcebú, fuego de los cadáveres en llamas, cuerpos mutilados de los indecentes, pedos de los infernales culos, mugido de la mar embravecida.

Vientre inútil de la mujer soltera, maullar de los gatos en celo,

pelo malo y sucio de la cabra mal parida.

Con este cazo levantaré las llamas de este fuego que se asemeja al del infierno,

y huirán las brujas a caballo de sus escobas, yéndose a bañar a la playa de las arenas gordas.

¡Oíd, oíd! los rugidos que dan las que no pueden dejar de quemarse en el aguardiente

quedando así purificadas.

Y cuando este brebaje baje por nuestras gargantas,

quedaremos libres de los males de nuestra alma y de todo embrujamiento.

Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego, a vosotros hago esta llamada:

si es verdad que tenéis más poder que la humana gente, aquí y ahora,

haced que los espíritus de los amigos que están fuera, participen con nosotros de esta queimada.




El adiós de los sueños.

Los sueños se marchaban de viaje. Helena iba hasta la estación del ferrocarril. Desde el andén, les decía adiós con un pañuelo.
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Eduardo Galeano

El hambre en el teatro.


El hambre y la desnutrición matan a 6 millones de niños anualmente y afectan a 852 millones de personas en el mundo.
25000 personas mueren todos los días como consecuencia del hambre y la pobreza.

Esta es una realidad a la que, desgraciadamente, se enfrenta la humanidad desde tiempos remotos. Me provoca verdadero horror ver cómo unos pocos disfrutamos de los recursos que pertenecen a muchos.

Por ello me indigna soberanamente que se baraje la posibilidad de que una persona condenada por atentar contra la vida de otras varias, pueda disfrutar de una reducción o atenuación de dicha condena porque… ¡decide hacer huelga de hambre! y esto le puede acarrear graves problemas de salud.
Es lo típico que se contará con el paso de los años y habrá que decir eso de “Si, si, es verdad, ocurrió”.

Esta actuación teatral me parece una mofa hacia aquellos seres humanos que se ven obligados a hacer verdadera huelga de hambre todos los días de su vida, sin que nadie se preocupe de si repercutirá o no en su salud.
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Tu lobo.

Una anciana de una tribu estaba teniendo una charla con sus nietos acerca de la vida.
Les dijo:
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"¡Una gran pelea está ocurriendo dentro de mí!... ¡es entre dos lobos! Uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo,egolatría, competencia, superioridad.
El otro es Bondad, Alegría, Paz, Amor, Esperanza, Serenidad, Humildad, Dulzura, Generosidad, Benevolencia, Amistad, Empatía, Verdad, Compasión y Confianza.
Esta misma pelea está ocurriendo dentro de vosostros y dentro de todos los seres de la tierra."
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Lo pensaron por un minuto y uno de los niños le preguntó a su abuela:
"¿Y cuál de los lobos crees que ganará?"
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La anciana respondió, simplemente...
"El que alimentes."

Batalla en Cajamarca.

Todo estaba preparado. No se trataba de una guerra abierta, sino de una atrevida y audaz emboscada.

El aciago 16 de noviembre de 1532 Francisco Pizarro y sus hombres llegaron a Cajamarca (el Nuevo Mundo), lugar donde se produciría el encuentro con Atahualpa, emperador inca.
Este último acudió con sus hombres, desarmados, pero en gran número (unos ochenta mil).
El representante español, en cambio, disponía de tan solo 62 soldados a caballo y 106 de a pie. Poseía una gran ventaja: el engaño. Muchos de sus hombres se
ocultaron esperando una señal para atacar.

En ese ambiente tenso, se acercó el dominico Valverde (mandado por Pizarro) a Atahualpa enseñándole la biblia como verdadera y salvadora. El inca la tiró.

A una señal de Pizarro el silencio cargado de amenazas que envolvía la plaza se trasformó en la más tremenda de las algaradas.

-"Dimos muerte en una tarde a más de 7000 incas" -se jacta un soldado-

Tal fue el desconcierto de los indígenas que ninguno reaccionó, a ello unido las bestias bicéfilas desconocidas recubiertas de hierro: los caballos.

-"En el lado minoritario apenas caían hombres, mientras que en el de mayor número caían nuestros mejores sacerdotes, nobles, adivinos y el gobernador" -solloza un autóctono-

El desmoronamiento moral de los incas fue brutal, lo que supone una ventaja para el enemigo (el fuerte se come al débil).

Atahualpa fue capturado. La recompensa pedida por el mismo era tal cantidad de oro que se podía llenar una habitación. Después de ocho meses capturado (tiempo aprovechado por los invasores para estudiar el terreno y sus habitantes) fue pagado el rescate. Pizarro renegó de su promesa y ejecutó a Atahualpa.

Más engaño.

Esto supuso el fin de la autonomía del Estado indígena.

Poder y fortuna. Metas perseguidas por los hombres a lo largo de la historia. Muros, odios, genocidio, guerras...
¿Es la ambición humana la que conduce a estos desastres?
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Hibris.

La función del lector.

Cada vez que un libro se posa en mis manos un mundo nuevo se abre para mi. Me sumerjo en él y me translado a aquel lugar donde sólo la imaginación es capaz de llegar.
Anoche, leyendo un relato de Eduardo Galeano, me sentí un poco identificada con su protagonista. Aqui os lo dejo:
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La función del lector..

Cuando Lucía Peláez era muy niña, leyó una novela a escondidas. La leyó a pedacitos, noche tras noche, ocultándola bajo la almohada. Ella la había robado de la biblioteca de cedro donde el tío guardaba sus libros preferidos.

Mucho caminó Lucía, después, mientras pasaban los años.

En busca de fantasmas caminó por los farallones sobre el río Antioquia, y en busca de gente caminó por las calles de las ciudades violentas.

Mucho caminó Lucía, y a lo largo de su viaje iba siempre acompañada por los ecos de los ecos de aquellas lejanas voces que ella había escuchado, con sus ojos, en la infancia.

Lucía no ha vuelto a leer ese libro. Ya no lo reconocería.

Tanto le ha crecido adentro que ahora es otro, ahora es suyo.

Hibris