Ni diez personas iban a los últimos recitales del poeta español Blas de Otero. Pero cuando Blas de Otero murió, muchos miles de personas acudieron al homenaje fúnebre que se le hizo en una plaza de toros de Madrid. Él no se enteró.
(Eduardo Galeano: El libro de los abrazos)
(Eduardo Galeano: El libro de los abrazos)
2 comentarios:
Es algo muy comun, a muchas otros artistas les llego el reconocimiento de forma postuma...
Pero les llega, que es lo importante...
Un saludo.
Azhaag
Él murió sabiendo que tenía el reconocimiento de esas nueve personas; probablemente suponía que con el tiempo tendría más de diez. Si fuera lo contrario, a mi me parecería muy penoso; honrar su muerte sería algo menos que aprovecharse de su vida.
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