Nadie mejor que el bohemio francés Charles Baudelaire para describir una escena como la siguiente:
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EL PUERTO
Un puerto es un lugar encantador para el alma fatigada de luchar por la vida.
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La amplitud del cielo, la arquitectura movible de las nubes, las coloraciones cambiantes del mar, el centelleo de los faros, son un prisma maravillosamente apropiado para distraer los ojos, sin cansarlos jamás.
Las formas esbeltas de los navíos, de complicado aparejo, a los que el oleaje imprime oscilaciones armoniosas, sirven para mantener en el alma la afición al ritmo y a la belleza.
Y además, y sobre todo, para el que no tiene ya ni curiosidad ni ambición, hay una especie de placer misterioso y aristocrático en contemplar, tendido en un mirador o acodado en el muelle, toda esa agitación de los que parten y de los que regresan, de los que tienen aún fuerzas para querer, deseos de enriquecerse o de viajar.
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Charles Baudelaire.
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5 comentarios:
Tienes que probarlo Laura. La vista no sólo es hermosa, también entretiene.
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Si te ha gustado, deberias hacerte con su antologia "Las flores del mal"... creo que te hable de este libro hace ya algun tiempo.
Un beso.
Azhaag
En todo lo que conmueve al alma era un crack.
Muy bueno simplemente me uno a tus palabras....saludos desde http://desdoblamientointelectual.blogia.com/
Espero estes super bien siempre es un agrado entrar a tu blog !!!
Suerte en todo.
es una descripción absolutamente deliciosa!!
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