Estaba sentada en una cafetería, que, por extraño que parezca, fui a elegir la que se encuentra en la mismísima Plaza Mayor.
Un domingo por la tarde, figúrense…
Lugar de encuentro entre grandes hombres y mujeres que, haciendo gala de sus mejores modales, pasean sonriendo sus suntuosos ropajes. Dolce&Gabbanna, Gucci, Lacoste, Lois, Máximo Dutti… grandes marcas de empresas muchimillonarias que se hacen ricas a costa de explotar a pobres trabajadoras y timar a tontos con el bolsillo lleno.
Pero volviendo a lo que me ocupa… estaba tranquilamente tomando mi refresco y disfrutando de un poco de aire fresco que venía de la calle de arriba (bendita calle…).
No leía ni escribía, ni tan siquiera pensaba. Sólo estaba allí. Comía lentamente las patatas que amablemente me trajo el camarero, un joven con buen porte y amplia sonrisa.
Correteaban entre las mesas los niños seguidos por la mirada protectora de sus padres. Estos últimos conversaban animadamente, era su día de descanso.
Se puede deducir, sin grandes esfuerzos, cómo en las casas de aquellas personas bajó considerablemente la cantidad de sombra de ojos, pintalabios, gomina y perfume. Desapareció del cajón la lencería más elegante.
¡Qué guapa se pone la gente los domingos…!
También los perros parecían más alegres, dos golden saltaban de aquí para allá destacando sus ladridos entre el bullicio de la gente.
Uno de aquellos niños, bonitos y conjuntados niños, de unos 6 años, teniendo unas ganas locas de orinar, no se le ocurre mejor idea que hacerlo allí mismo, para el deleite de todos sus espectadores, porqué no.
Pero no se escandalicen, tuvo el cuidado de hacerlo en una alcantarilla. Sus papis lo tenían bien educado.
Aish…esas vidas glamurosas…
Hibris
Una tarde de domingo
Publicado por Hibris. en 2:06 a. m.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Al mear en una alcantarilla el muchacho simplemente quitó de en medio intermediarios. Muy listo.
Los niños estan exentos de la idiotez que hacemos gala los adultos... si tienes hambre, come, si tienes sed, bebe, y si tienes ganar de mear, joder, pues mea.
Muy bueno, Laura.
Estas son las entradas que a mi me encantan :D
Un beso, gallega.
Azhaag
Nótase que estabas algo más feliz que de costume, iso agrádame notablemente.
Recuerdo cómo cuando era pequeña me vestían de punta en blanco los domingos (aunque no como esos que describes desde luego)...
Besos.
Publicar un comentario