Fragmentos

La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir la vergüenza del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.
(Enrique Heine)

El pasado es un inmenso pedregal que a muchos les gustaría recorrer como si de una autopista se tratara, mientras otros, pacientemente, van de piedra en piedra, y las levantan, porque necesitan saber qué hay debajo de ellas.
(José Saramago. El viaje del elefante.)

Tengo 47 años, ¿y sabes cómo me he matenido vivo tanto tiempo, todos estos años? Miedo... el espectáculo de actos terribles. Si alguien me roba, le corto las manos; si me insulta, le corto la lengua; si se rebela contra mí, clavo su cabeza en una estaca, y la pongo bien alta, para que puedan verla todos. Eso es lo que mantiene vivo el orden de las cosas: el miedo.
(Gans of New York)


"He visto un caracol, se deslizaba por el filo de una navaja, ese es mi sueño, más bien mi pesadilla, arrastrarme, deslizarme por todo el filo de una navaja de afeitar, y sobrevivir."
(Apocalypse Now)



El adiós de los sueños.

Los sueños se marchaban de viaje. Helena iba hasta la estación del ferrocarril. Desde el andén, les decía adiós con un pañuelo.
.
.
Eduardo Galeano

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Un viaje sin retorno... no sé hasta qué punto. Cuando un sueño se desvanece es raro que reaparezca; a no ser que no se haya ido, simplemente ocultado...
En mi al menos nunca se ha dado el caso. :)

Un beso

Hibris

Anónimo dijo...

Los sueños van madurando, junto a la persona. Algunos se modifican, otros se desechan, y otros nuevos surgen. Lo importante es no dejar nunca de tenerlos y luchar por ellos. :)

Hibris

Azhaag dijo...

Transformar los sueños en metas hace que a la larga se tornen posibles.

Un beso.

Azhaag

sinnombre dijo...

Sueña lo que quieras, pero si quieres realidades, haz algo más por ellos que soñar.

sinnombre dijo...

Los más maduros no tienen porqué sustituir a los otros; simplemente pueden ser los mismos, pero con el tiempo en contra y con mejor sensatez y juicio. De hecho, llevar a cabo la realización de un sueño que no ha madurado, es retroceder y satisfacer cierta inmadurez.