Fragmentos

La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir la vergüenza del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.
(Enrique Heine)

El pasado es un inmenso pedregal que a muchos les gustaría recorrer como si de una autopista se tratara, mientras otros, pacientemente, van de piedra en piedra, y las levantan, porque necesitan saber qué hay debajo de ellas.
(José Saramago. El viaje del elefante.)

Tengo 47 años, ¿y sabes cómo me he matenido vivo tanto tiempo, todos estos años? Miedo... el espectáculo de actos terribles. Si alguien me roba, le corto las manos; si me insulta, le corto la lengua; si se rebela contra mí, clavo su cabeza en una estaca, y la pongo bien alta, para que puedan verla todos. Eso es lo que mantiene vivo el orden de las cosas: el miedo.
(Gans of New York)


"He visto un caracol, se deslizaba por el filo de una navaja, ese es mi sueño, más bien mi pesadilla, arrastrarme, deslizarme por todo el filo de una navaja de afeitar, y sobrevivir."
(Apocalypse Now)



Santa Compaña.

Si existe una comunidad donde el tema del Más Allá es reverenciado, y la propia Muerte es personificada, intuyéndose de soslayo si se mira de reojo cuando aúllan los perros al caer la noche, esa es Galiza.


Cuando nuestros ancestros celtas arribaron las costas gallegas desde la verde Albión, una de las múltiples aportaciones que le hicieron a la cultura gallega ha sido el hecho de sostener que, al anochecer, especialmente en Samhain o Víspera de Todos los Santos, el velo entre el mundo de los vivos, el de los muertos y el reino de las hadas es más delgado. Así pues, no sería imposible que un humano quedase atrapado en los llamados "corros de hadas", o que las almas de los difuntos atravesasen la tenue frontera.

Existen muchas formas de denominar a esta comitiva premonitora de la muerte: como también portan cadenas, se les llama "ferranchadas" -ferro, en gallego, significa hierro-. En otras localidades se las conoce como Estadeas o Estantiguas, de "hueste antigua", y hay también quien afirma haber visto "la señal". Cuando la compaña surge de las aguas como resultado de un trágico naufragio, en algunas aldeas costeras se les conoce como "os afogadiños".

La Santa Compaña está formada por almas en pena que van en dos hileras, envueltas en sudarios, con las manos frías y los pies descalzos. Al frente de la desdichada comitiva camina una persona vida, el “crucifero” llevando una cruz y un caldero con agua bendita que se encarga de guiar el alma de los difuntos por los caminos de la parroquia. Cada fantasma lleva una luz, pero es invisible, sólo un olor a cera y un ligero viento son las señales de que está pasando la legión de espectros. Al frente va el espectro de mayor tamaño, la Estadea.

El portador de la cruz no puede en ningún momento volver la vista atrás, ni renunciar a su cargo precediendo La Santa Compaña; sólo quedará liberado cuando encuentre a otra persona que le sustituya, el cual pasará a tener las responsabilidades del primero: cargar con la cruz y el caldero sin remisión.

La Santa Compaña obligará al que encuentren a vagar junto a ellos todas las noches, portando una gran cruz y conduciendo la comitiva. También se cree que quien realiza esa "función" no recuerda durante el día lo ocurrido en el transcurso de la noche, únicamente se podrá reconocer a las personas penadas con este castigo por su extremada delgadez y palidez. Cada noche su luz será más intensa y cada día su palidez irá en aumento. No les permiten descansar ninguna noche, por lo que su salud se va debilitando hasta enfermar sin que nadie sepa las causas de tan misterioso mal. Condenados a vagar noche tras noche hasta que mueran u otro incauto sea sorprendido.
Las versiones más compartidas de porqué las almas vienen a este mundo y andan por los caminos buscando a alguien son:

  • - Para reclamar el alma de alguien que morirá pronto.
  • - Para reprochar a los vivos faltas o errores cometidos.
  • - Para anunciar la muerte de algún conocido del que presencia la procesión.
  • - Para cumplir una pena impuesta por alguna autoridad del mas allá.

En el caso de encontrarte con ellos, debes hacer lo siguiente:

  • - Apartarte de su camino, no mirarles y hacer como que no se les ve.
  • - Hacer un círculo con la estrella de Salomón o con una cruz dentro y entrar en él. (Si puede ser hacer el círculo con sal)
  • - Llevar encima escapularios, objetos sagrados, ajos o castañas de indias.
  • - En último caso uno puede tirarse al suelo boca abajo y esperar que la Santa Compaña no le pase por encima.

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Dentro de las creencias gallegas existe también otra procesión muy semejante a la Santa Compaña, pero que se diferencia de ésta en que no son fantasmas de los muertos los que van en ella, sino fantasmas de individuos vivos. Lleva el nombre de “Procesión das Xans”:

Marchan en dos hileras y llevan un ataúd. Cuando más cerca del ataúd vayan los miembros de las filas, más inminente será su muerte. Los que van muy lejos pueden tardar hasta tres o cuatro años en morir. El encuentro con ésta procesión se da en los cruces de caminos, donde es costumbre detenerse con los difuntos para que los curas digan responsos.

Si el que la encuentra es un amigo de los que van en la procesión, lo único que hacen con él es llevarlo por el aire a otra parte; si es un enemigo le dan una paliza y lo arrastran por las silvas. Son pocas las personas que ven la “procesión das Xans”, pues para eso es necesario poseer una de las siguientes condiciones:

  • - Que el padrino de quien la ve rezase mal el credo cuando lo bautizaron.
  • - Que el cura cambiase los santos óleos confundiendo los de la extremaunción con los del bautismo. Tal error puede remediarse bautizándose de nuevo.



Enlaces relacionados:

http://www.mundoparanormal.com/docs/fantasmas/santa_compana.html (castellano)

http://www.escalofrio.com/n/Fantasmas/La_Santa_Compana/La_Santa_Compana.php (castellano)

http://www.geocities.com/galiciaenteira/lendas_demo.htm (galego)

http://www.galespa.com.ar/arquivos_nosa_cultura.htm (galego)


Bibliografía:

Aparicións e santa compaña” de Xosé Ramón Mariño Ferro.

4 comentarios:

sinnombre dijo...

Si es un enemigo le dan una paliza y lo arrastran por las silvas.

xD Yo tampoco, ni quiero conocerlos en el transcurso de la misma!

:*

Anónimo dijo...

plas plas plas plas gracias!!! preciosisisisima...

Dicen que si ves a la Santa Compaña, te mueres, pero la forma de afrontar la muerte con estas leyendas es fabulosa...

biquiños!

Azhaag dijo...

Muy completo e interesante el articulo.

Un beso.

Azhaag

EnLaOscuridadDeLaNoche dijo...

¡Interesante!

Un abrazo.