.
Un día decide, el Principito, viajar para conocer otros mundos, dejando en su planeta una rosa, tres volcanes y dos orugas. El Principito tiene en su planeta una rosa que es especial para él, esa rosa especial le ha "domesticado el corazón", y es también la causante de su marcha.
Después de su exploración por otros planetas, llega el momento en que El Principito decide regresar junto su rosa y sus volcanes, por lo que debe despedirse del zorro al que ha conocido y al que ha "domesticado", es decir, del que se ha hecho amigo.
***
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
- No sois en absoluto parecidas a mi rosa; no sois nada aún -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron molestas.
- Sois bellas, pero estáis vacías -les dijo aún-. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con un biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a la que escuché quejarse, o alabarse, o aún, algunas veces, callarse. Porque ella es mi rosa.
Y se volvió adonde estaba el zorro:
- Adiós -dijo.
- Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el Principito, a fin de acordarse.
- El tiempo que perdiste por tu rosa es lo que hace a tu rosa tan importante -dijo el zorro.
- El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el Principito, a fin de acordarse.
- Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
- Soy responsable de mi rosa... -repitió el Principito, a fin de acordarse.
Después de su exploración por otros planetas, llega el momento en que El Principito decide regresar junto su rosa y sus volcanes, por lo que debe despedirse del zorro al que ha conocido y al que ha "domesticado", es decir, del que se ha hecho amigo.
***
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
- No sois en absoluto parecidas a mi rosa; no sois nada aún -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron molestas.
- Sois bellas, pero estáis vacías -les dijo aún-. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con un biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a la que escuché quejarse, o alabarse, o aún, algunas veces, callarse. Porque ella es mi rosa.
Y se volvió adonde estaba el zorro:
- Adiós -dijo.
- Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el Principito, a fin de acordarse.
- El tiempo que perdiste por tu rosa es lo que hace a tu rosa tan importante -dijo el zorro.
- El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el Principito, a fin de acordarse.
- Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
- Soy responsable de mi rosa... -repitió el Principito, a fin de acordarse.
(El Principito. Antoine de Saint-Exupéry)
7 comentarios:
Es un libro genial, el cual deberia leer todo niño...
Como me gusta en concreto eso de:
"- Sois bellas, pero estáis vacías -les dijo aún-. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con un biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a la que escuché quejarse, o alabarse, o aún, algunas veces, callarse. Porque ella es mi rosa."
Que cosa mas linda...
Un beso.
Azhaag
Es un libro que debería leer todo el mundo, esa teoria de la domesticación es la encarnación mas bella que jamas se ha escrito de la amistad.
Que tengas una buena semana, saludos.
Maravilloso libro :-)
Aunque sigo pensando que no es para niños...
Un abrazo.
es un libro que es para niños o si..es para ese niño que nos habita siempre, que a veces se duerme ocn el paso de la vida...pero el principito, es un buen despertador para ese espacio infantil y puro que a todos nos habita.
me quedo con:
uno es responsable de aquello que domestica....
me encantó elblog....
Estoy de acuerdo con azhaag, debería ser de lectura obligada.
Yo aprendí una nueva palabra con este libro: vanidoso.
Qué recuerdos...
"¡No supe comprender nada entonces! Debí juzgarla por sus actos y no por sus palabras. ¡Me perfumaba y me iluminaba la vida. No debi haber huído jamás! ¡No supe adivinar la ternura que ocultaban sus pobres astucias! ¡Son tan contradictorias las flores! Pero yo era demasiado joven para saber amarla".
Publicar un comentario